La amiga estupenda

Primer capítulo

1

Rino me llamó esta mañana; pensé que iba a pedirme más dinero y me preparé para decirle que no. El motivo de su llamada era otro: su madre había desaparecido. —¿Desde cuándo? —Desde hace dos semanas. —¿Y me llamas ahora? El tono debió de parecerle hostil, aunque no estaba ni enfadada ni indignada, solo me permití una pizca de sarcasmo. Intentó reaccionar pero lo hizo de un modo confuso, incómodo, en parte en dialecto, en parte en italiano. Dijo que se había figurado que su madre estaba paseando por Nápoles, como de costumbre. —¿Y de noche también? —Ya sabes cómo es ella. —Ya lo sé, pero ¿a ti te parece normal una ausencia de dos semanas? —Sí. Tú hace mucho que no la ves, ha empeorado; nunca tiene sueño, entra, sale, hace lo que le da la gana. De todas maneras, al final se lo tomó en serio. Preguntó a todo el mundo, recorrió los hospitales, fue incluso a la policía. Nada, su madre no estaba por ninguna parte. Qué buen hijo: un hombre corpulento, de unos cuarenta años, que no había trabajado en la vida, dedicándose solo a traficar y derrochar. Imaginé el interés que había puesto en la búsqueda. Ninguno. No tenía cerebro y solo se quería a sí mismo.

2

La madre de Rino se llama Raffaella Cerullo, pero todo el mundo la ha llamado siempre Lina. Yo no, nunca usé ninguno de los dos nombres. Desde hace más de sesenta años para mí es Lila. Si la llamara Lina o Raffaella, así, de repente, pensaría que nuestra amistad ha terminado. Hace por lo menos treinta años que me dice que quiere desaparecer sin dejar rastro, y solo yo sé qué quiere decir. Nunca tuvo en mente una fuga, un cambio de identidad, el sueño de rehacer su vida en otra parte. Tampoco pensó nunca en suicidarse, porque le repugna la idea de que Rino tenga algo que ver con su cuerpo y se vea obligado a ocuparse de él. Su propósito fue siempre otro, quería volatilizarse; quería dispersar hasta la última de sus células, que de ella no encontraran nada. Y como la conozco bien, o creo conocerla, doy por descontado que ha encontrado el modo de no dejar en este mundo ni siquiera una migaja de sí misma, en ninguna parte.

Nadie sabe quién es Elena Ferrante, y sus editores de origen procuran mantener un silencio absoluto sobre su identidad. Alguien ha llegado a sospechar que sea un hombre; otros dicen que nació en Nápoles para trasladarse luego a Grecia y finalmente a Turín. La mayoría de críticos la saludan como la nueva Elsa Morante, una voz extraordinaria que ha dado un vuelco a la narrativa de los últimos años. El éxito de crítica y de público se refleja en artículos publicados por periódicos y revistas tan notables como The New York Times y Paris Review. En 2010 Lumen publicó un volumen titulado Crónicas del desamor, donde se reunían las tres novelas para el público adulto publicadas por Ferrante a lo largo de los años, dos de las cuales fueron llevadas al cine. Luego vino esta saga compuesta por La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo, y finalmente La niña perdida, un cuarto volumen que cierra una obra destinada a convertirse en un clásico de la literatura europea del siglo XXI.

«No me arrepiento de mi anonimato. Descubrir la personalidad de quien escribe a través de las historias que propone, de sus personajes, de los objetos y paisajes que describe, del tono de su escritura, no es ni más ni menos que un buen modo de leer.» Elena Ferrante en una entrevista via mail de Paolo di Stefano para Il Corriere della Sera.

 

Mira el avance de la nueva serie de HBO: 

 

La amiga estupenda

Primer volumen de la saga Dos amigas

Con La amiga estupenda, Elena Ferrante inaugura una tetralogía deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado, y como protagonistas a dos jóvenes mujeres: Lenù y Lila.

Un mal nombre

Segundo volumen de la saga Dos amigas

Continúa  la historia de la amistad de dos mujeres que recorre los años más importantes del siglo XX.

Las deudas del cuerpo

Tercer volumen de la saga Dos amigas

Continúa la saga que ha hecho del costumbrismo una herramienta para la gran literatura y coloca a Elena Ferrante entre los grandes nombres de nuestra época.

La niña perdida

Cuarto volumen de la saga Dos amigas

Libro que pone punto final a esta saga, la historia de dos amigas que nacieron a mediados del siglo XX en Nápoles.

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