Infecciosa

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En Infecciosa hay acertijos que aguardan a quien sea capaz de convocarlos. Antes de emprender un largo viaje, un hombre pasa las últimas horas en su ciudad y vive una experiencia decisiva. A partir de ésta, su viaje se convertirá en una serie de actos insólitos que otros encarnan.

Descripción

Una hermosa mujer se propone ser el azote de todos los hombres acosadores, por lo que decide convertirse en asesina serial. Estamos ante una novela de gran factura, narrada por uno de los escritores mexicanos más destacados de los últimos años.

[alaya_toggle status=»off» title=»Sello»]Mondadori[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»Fecha de publicación»]Abril 1, 2010[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»Medidas»]135 x 230[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»Páginas»]176[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»ISBN»]9786074299175[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»EAN»]9786074299175[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»Contenido»]

“He trabajado de sirvienta, de niñera, de cuidadora de ancianos, de enfermera sin serlo, de vendedora de alfombras, de mesera, de ayudante en una peluquería. En todas partes se presentaba el típico fulano que quería propasarse. O me rogaban, me invitaban, me chantajeaban, o, y eso sí me ponía furiosa, me acariciaban las piernas, los senos o las nalgas así, como que no quiere la cosa, o cínicos: ¿te gustó, verdad?, preguntaban. Les soltaba el puñetazo rapidísimo, y suelo, señor. Alguno se quiso levantar y le soltaba cinco o seis patadas. La única vez que me asusté mucho fue porque un fulano comenzó a tener convulsiones en el piso. Ni siquiera le di tan fuerte. Me escapé de inmediato. Otro día que hacía mucho calor salí a la tienda. Llevaba una falda corta, una blusita y mis sandalias. A treinta y cinco grados de temperatura ni modo que vaya en cueros. Iba por la acera muy tranquila y un fulano agazapado me deja pasar y, en ese momento, mete su mano bajo mi falda. Uy, hijo del diablo: me volteo y le suelto un puñetazo y se tambalea. Le lanzo una patada y la sandalia vuela y no le doy. El fulano corre y se sube a un coche estacionado en la esquina. Voy tras él y, antes de que cierre la puerta, lo golpeo con ella en la jeta, en la mera sien. Se derrumba en el asiento. No atina a pensar que ha sucedido. Estoy a punto de dejarle. No, me digo: si lo dejas así, lo va hacer de nuevo con otra. Abro la puerta y le jalo de las piernas hacia fuera. Su cabeza choca en el asfalto y se atonta más. Me subo al coche y lo enciendo. Tiene las llaves listas. Entiendo todo: el fulano me vio caminar en la distancia, aventuró a dónde iba yo, se adelantó, estacionó su coche y se ocultó para esperarme, excitadísimo por su plan. Bandidos abusivos, ¿no tienen nada mejor qué hacer que molestar? Eché en reversa el coche, lo coloqué metros antes de donde estaba y le atropellé. Poco, claro está. Sólo quería que se asustara, que viera que conmigo no se juega, que si otras se dejan siempre va a haber una que no. Esa soy yo, el azote de los fulanos. Le di sus topes, así, leves, y me fui de prisa. La gente ya se juntaba a nuestro alrededor. No le pasó nada, excepto el susto. Para que aprendiera”.

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[alaya_toggle status=»off» title=»Argumentos»]
  • Una gran novela urbana, narrada por un escritor muy experimentado.
  • Una obra que formula una serie de situaciones de la vida cotidiana en un país como México.
  • Una novela trepidante, llena de escenas impresionantes y con un planteamiento novedoso.[/alaya_toggle]
[alaya_toggle status=»off» title=»Público»]
  • Lectores de literatura contemporánea
  • Lectores de narrativa sobre la sociedad mexicana contemporánea.
  • Público que guste de historias fuertes.[/alaya_toggle]
[alaya_toggle status=»open» title=»¿Existe en ebook?»]No[/alaya_toggle] [alaya_toggle status=»off» title=»En los medios»] [/alaya_toggle]

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